DESMITIFICANDO EL MITO

Tengo actualmente 35 años de edad de los cuales 26 he estudiado canto ininterrumpidamente.

¿Soy músico? Quizá no podría considerarme como tal porque ejecuto todos pero al mismo tiempo ninguno. Toco mediocremente 10 instrumentos musicales pero ninguno a un nivel ni cerca aceptable.

¿Leo partituras? Por supuesto y también puedo escribirlas, para mi la música es un lenguaje exquisito (aunque Jimmy me asesine al leer esto, Jimmy si estás leyendo ten piedad) sin embargo no es mi interés ser un gran músico, compositor o arreglista he llegado a un punto de mi vida en el que muchos objetivos han sido alcanzados y ser el mejor músico no está en ellos.

PERO SI CREES QUE MI OBJETIVO ESTÁ EN SER EL MEJOR CANTANTE TAMBIÉN TE EQUIVOCAS

Quizá lo único que me ha apasionado desde siempre, desde muy pequeño y lo sigue haciendo es la voz y eso es lo que me ha llevado a 27 años de prueba y error solo escribo estas líneas con la esperanza de que alguien pueda beneficiarse de esto y saltarse algunos tropezones que tuve que pasar para llegar a este punto de descubrimiento de mi voz. He pasado por 8 escuelas 12 maestros 9 métodos y muchos cursos, talleres y diplomados por todos lados incluso la voz ha sido una herramienta que me ha permitido viajar a otros lugares del mundo la mayoría de veces a aprender y otras tantas a enseñar y lo mejor que podría decirte es que:

EL SENTIDO COMÚN MARCA LA DIFERENCIA

Mi primer clase de canto impartida fue a los 17 años (por cierto pagué por dar esa clase así que cuando digo que pagaría por enseñar es literal jajaja) y de ahí a la fecha no he parado nunca de tratar de mejorar las voces de las personas.

En este largo trayecto me he dado cuenta de que al recibir clases carecemos de sentido común, intentamos lo imposible, queremos el secreto más oculto para cantar mejor, queremos aprender todos los trucos de los grandes cantantes, buscamos la escala súper secreta y especial, queremos los secretos para ampliar registro y los súper ejercicios vocales que hacen magia. Añoramos ser como nuestros maestros pero no nos damos cuenta de la simplicidad de lo que nosotros mismos complicamos porque cantar es el arte supremo que a decir verdad jamás nadie estará en la posición de poder decir que enseña a cantar porque es algo que traemos como una marca del mismísimo creador, entonces

CANTAR ES UN DON, ES UN REGALO DE DIOS. EN REALIDAD “APRENDER A CANTAR” ES UN MITO, LO ÚNICO QUE PODEMOS HACER ES QUITAR LIMITES QUE SOLO EXISTEN EN NUESTRA MENTE, QUITAR VICIOS, ENSEÑAR NUEVOS HÁBITOS, LO ÚNICO QUE PODEMOS DESARROLLAR ES LO QUE CIENTIFICAMENTE ES DESARROLLABLE.

Muchas veces el sentido común nos avisa que cantar se trata de solamente volver al modelo original, quizá para esto fui creado, para ser maestro de canto NO para enseñar a cantar a nadie sino para regresar a lo natural. Cantar mejor que mis alumnos teniendo por naturaleza una voz peor que la mayoría para que con mi ejemplo puedan quitar límites, quitar basura que impide que salga a flote el mejor cantante, quizá Dios me dotó de una voz un poco menor que la de todo el mundo para que al cantar ellos sepan que son sólo límites, quizá canto solo por servir a otros, canto, para tocar corazones de una forma diferente, quizá canto para devolver la fe a miles.

MUCHAS VECES EL SENTIDO COMÚN NOS AVISA QUE CANTAR SE TRATA SOLAMENTE DE VOLVER AL MODELO ORIGINAL.

Por un mundo más Cantante

Jhon Jiménez

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